A pesar de contar con características propias, las escuelas de TaiJi Quan TJQ tienen los siguientes rasgos comunes:
1)El cuerpo se extiende y se relaja con naturalidad, dando prioridad a la flexibilidad. Durante su práctica el tronco debe mantenerse recto, y la posición debe ser firme y segura.
Al dar un paso largo, hay que comportarse con la misma tranquilidad de un gato; y cuando la fuerza se ejerce hacia delante, hay que hacerla con tanta suavidad que debe parecer como cuando se saca la seda de los capullos.
Los movimientos deben ser ágiles y ligeros, los músculos no deben endurecerse ni ponerse rígidos aunque esto no significa que deban ser débiles y carentes de vida.
2) La respiración debe ser profunda y pareja y debe estar bien coordinada con los movimientos de abrir y cerrar los brazos y las piernas.
3) La mente permanece tranquila pero alerta y la conciencia debe dirigir el cuerpo. Al practicar el TJQ es indispensable que los movimientos sean guiados por la conciencia y que haya quietud en el movimiento.
El TJQ requiere la combinación del entrenamiento físico y mental, conjuntamente con una buena respiración, de ahí que también se lo incluye como trabajo de Qi Gong.
Una buena concentración beneficia al sistema nervioso y da una buena base para mejorar el funcionamiento general de los otros sistemas y órganos.
Todos estos son rasgos comunes a los diferentes estilos de TJQ. Todos nacen como un arte marcial que busca aplicar la filosofía Daoísta en el ámbito marcial.
Con el tiempo su valor terapéutico fue cobrando mas notoriedad al punto de promoverse actualmente como ejercicios para la salud aunque esto solo sea una consecuencia de la práctica y no una de sus finalidades.
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